"Juramos goardar et defender el Reyno de Navarra, sus fueros, costumbres et libertades"
"Nafarroako Erresuma, bere foruak, obiturak eta askatasunak zaintzea eta defendatzea, zin agiten duzu..."

EN ISABA

EN ISABA, POR JUSTICIA HISTÓRICA


         Hace unos años el Ayuntamiento de Isaba, y en su nombre el alcalde Ángel Luis De Miguel, enviaba una carta a la peña pamplonesa Muthiko Alaiak, organizadores de la fiesta del Rey de la Faba, solicitándoles que contemplasen la posibilidad de hacerla un año en Isaba. Pero lo cierto es que había muchas solicitudes por delante, y a eso había que añadir la dificultad de que esta era una fiesta que se celebraba en torno al día de Reyes, 6 de enero, y las posibilidades de que en Isaba la climatología no acompañase en esas fechas era algo a considerar. De hecho esa era realmente la causa por la que en los valles pirenaicos todavía no se había hecho nunca.
         Unos años después Fernando Hualde, en representación del Ayuntamiento de Isaba, se reunía con Miguel Ángel Alustiza (miembro del Muthiko Alaiak, Rey de Armas, y principal organizador de esta fiesta), y le planteaba la disposición de la villa de Isaba a acoger una fiesta como esta, y cómo, además, Isaba era el lugar natural, por su historia, donde debía de celebrarse. Alustiza accedió, pero sin poner fecha, pues al menos los dos siguientes años estaban comprometidos.
         La casualidad quiso que el 19 de enero de 2006 la peña Muthiko Alaiak abriese los actos de su 75 aniversario con una conferencia sobre el Rey de la Faba en la que intervinieron Miguel Ángel Alustiza y Fernando Hualde, aprovechando este último la ocasión para hacer historia de la ceremonia que introdujeron los Teobaldos y para recordar que había una parte de Navarra donde todavía no se había hecho, y que precisamente esta parte se correspondía geográficamente con el lugar en donde nació y murió el Reino de Navarra. Alustiza reconoció que en los valles pirenaicos tenía la peña una asignatura pendiente, recordó que Isaba lo había pedido varias veces, y se comprometió a darle prioridad a esta villa roncalesa sobre otros compromisos.
         Ese año 2006 la fiesta se hizo en Pamplona, enmarcada dentro de los actos del 75 aniversario del Muthiko Alaiak. En el 2007 fue obligado hacerlo en Tudela, con motivo de la inauguración de las obras de su Catedral.
         La sorpresa vino cuando ese mismo año de 2007 Miguel Ángel Alustiza, sobre quien descansaba todo el peso de la organización del acto, decide jubilarse. Entendió que llevaba muchas décadas con su papel de Rey de Armas, y que era bueno que alguien le tomase el relevo.
         El Muthiko Alaiak tuvo que maniobrar rápidamente. Había que buscar una persona que sustituyese a Miguel Ángel Alustiza en su papel de Rey de Armas; y es así como la Junta de la peña toma el acuerdo de proponerle a Fernando Hualde que relevase en el puesto a Alustiza.
         La propuesta se le presenta a Hualde con la oferta de hacer la próxima edición en Isaba. Y Hualde, a su vez, acepta el relevo, condicionándolo igualmente a que en el 2008 sea Isaba el escenario de la nueva edición del Rey de la Faba.
         Ciertamente, la villa de Isaba, lejos de absorber el protagonismo al que tenía derecho, quiso darle a la futura fiesta un ámbito de valle, permitiendo que la elección del niño o niña que había de ser coronada fuese elegida entre los alumnos de la escuela del valle, sabiendo además que a esta escuela iban los niños de Isaba, los del valle, y también los de otras localidades del entorno, geográficamente enmarcadas dentro de la provincia de Zaragoza. Era una excusa perfecta para evocar las viejas fronteras orientales de lo que un día fue el Reino de Navarra.

         La perfecta sincronización entre la peña Muthiko Alaiak (Pamplona) y la Asociación Cultural Kurruskla (Isaba) hicieron todo lo demás, con un resultado que es ya difícil de olvidar.

         Fundamental fue también la implicación de todo el equipo educativo de la escuela “Julián Gayarre”. También la Coral Julián Gayarre aceptó el reto de las músicas medievales.
         Favoreció mucho el hecho de que el 5 de abril la persona elegida para ser coronada fuese una niña de Roncal, Itziar Artuch Boj. Y es así como, durante semanas, vimos a un montón de niños y niñas de todo el valle ensayando sus papeles en la ceremonia, vimos a la coral del valle ensayando unas piezas totalmente novedosas para ellos, vimos a los grupos de danzas de Isaba y del Muthiko preparando una coreografía conjunta, unos se encargaban de las migas, otros de la megafonía, otros de la decoración de ventanas y balcones, otra (Carmen Medina) confeccionaba un vestido  de roncalesa medieval, tocado incluido, para su hija en su papel de Reina de Navarra, otros distribuían los carteles, o preparaban los trajes de cantinera, o montaban la panadería en la plaza, y allí estaba Pablo Roa preparando un pregón que sorprendió a todos. Todos tenían algo que hacer.
         Se dieron conferencias en Isaba y en Burgui para animar a participar; se dieron ruedas de prensa; se acudió a emisoras de radio; se publicaron reportajes en los medios escritos.



         El resultado de todo rebasó todas las previsiones. El Muthiko Alaiak reconoció una y mil veces que en todas las décadas que llevaban organizando esa fiesta no había conocido una jornada como la de Isaba. Era el primer sitio donde se había alcanzado una implicación tan alta; y también el primer sitio en donde se habían celebrado actos durante todo el día. El pregón causó admiración, y las luchas de espadas, y la decoración, y la música, y…
         Acudió la Junta del Valle de Roncal, y el presidente de la de Aezkoa, y otros alcaldes de Navarra. El Bearn estuvo representado por la Asociación de Mosqueteros del Rey de Francia y de Navarra.
         Nunca, al menos en los últimos cien años, se había visto en el valle una concentración de trajes roncaleses como la que allí se vio, llegándose a alcanzar el centenar. Toda una exhibición.
         Y la ceremonia salió perfecta. Se ocuparon en la iglesia todos los rincones ocupables, y mucha gente tuvo que seguir la ceremonia desde el exterior. Banderas, estandartes, escudos, la imagen de la Virgen de Arrako, los trajes…, eran detalles que le daban a la iglesia un ambiente medieval.
         Los niños lo hicieron de maravilla. La Coral impresionante. La música solemne. Los discursos emotivos. E Itziar estuvo inmejorable.
         En definitiva, un día histórico y único.